Descubre los rincones más escondidos de la zona del Llevant en Mallorca en tres días.
¿Estás buscando un destino idílico, con un clima maravilloso, buen ambiente, buena gastronomía, playas de agua transparente, paisajes naturales y atardeceres de ensueño? Pues déjanos decirte que no hace falta irse muy lejos… las Islas Baleares cumplen todas las premisas que estás buscando.
Aunque todas cumplan las premisas, Mallorca es la más completa, ¡y no porque vivamos aquí! Mallorca es sol, playa y fiesta, pero también es cultura, historia y gastronomía.
Si estás pensando en viajar a Mallorca, te recomendamos tenerlo organizado con cierta antelación. Pues, en verano, es uno de los destinos turísticos favoritos por excelencia y es probable que si reservas a última hora los precios sean desorbitados o bien, te quedes sin poder visitar ciertos lugares… Como todo en la vida, ¡más vale prevenir que curar!
Mallorca es la isla más grande de las Baleares, por ello, viajar hasta ella merece que le dediques mínimo una semana. De esta forma, te dará tiempo a disfrutar y a descansar a partes iguales… Ambas son igual de importantes. Sin embargo, somos conscientes de que no todo el mundo puede gozar de una semana entera de vacaciones.
Por ello, en este post traemos todo lo que debes visitar en Mallorca en 3 días. ¡No olvides que lo puedes adaptar a tu gusto!
Planes en Mallorca
Al venir a disfrutar de la isla solamente tres días, nos centraremos en una zona en concreta ya que pretender verlo todo se quedaría justo. Por tanto, lo ideal si no puedes disfrutar de unas vacaciones de mínimo una semana, es que te centres en una zona en concreto.
Hay infinidad de opciones; el encanto de la costa oeste con sus pueblos montañosos mezclados con sus calas rocosas de agua turquesa, la zona sur con su ambiente más de ciudad combinado con kilométricas playas, la costa este, o también conocido como el Llevant, es donde vamos a organizar la ruta para estos tres días de vacaciones, y el norte de la isla donde, además de disfrutar de unos atardeceres de ensueño, gozarás de unas playas idílicas al más puro estilo caribeño.
Día 1: Cala d’Or
Cala d’Or es una de las zonas más turísticas de Mallorca. Pertenece a Santanyí y se sitúa en la costa este de la isla. La zona este de Mallorca destaca por su irregular costa, sus numerosas playas vírgenes y por la zona montañosa llamada Serra de Llevant.
Cala d’Or cuenta con un ambiente muy animado, especialmente en los meses de verano. Conserva la arquitectura inicial de casas blancas que hacen que pasear por allí te transporte al ambiente de Ibiza.
Una vez en Cala d’Or, te recomendamos pasear por su puerto deportivo donde, además de aquellos servicios de mantenimiento de embarcaciones tan típico de los puertos, encontrarás infinidad de tiendas, bares y restaurantes riquísimos. Podrás escoger el que más se ajuste a tu gusto y a unos precios increíbles.
Si eres más de pasar el día en la playa, encontrarás fabulosas calas en esta zona. Entre ellas, nos gustaría destacar Cala Serena y Cala Ferrera.
Cala Serena es algo pequeña y prácticamente virgen. Es ideal acudir a primera hora de la mañana para encontrar el sitio perfecto. Es una cala protegida del viento gracias a sus extremos rocosos. Es uno de los lugares favoritos de aquellos aventureros buceadores.
Sin embargo, Cala Ferrera, pese a estar muy cerquita de Cala Serena, se encuentra mucho más frecuentada. Esta opción es ideal si eres de los que les gusta tumbarse en una hamaca para tomar el sol y tener un chiringuito cerca. Sí, así es, Cala Ferrera cuenta con estas dos importantes premisas, así que… ¡Suponemos que algo debe influir!
Si te apasiona el Jazz, déjanos decirte que estás en el lugar ideal. Pues cada mes de junio se organiza el Festival Internacional de Jazz donde acuden grandes bandas y músicos internacionales.
Día 2: Portocolom
Portocolom es uno de los pueblos más bonitos de Mallorca. Es una población, ¡muy cerquita de nuestro hotel, por cierto!, que guarda la belleza, el encanto y la magia de un pueblo pesquero.
Cuenta con un puerto ideal para dar un gran paseo disfrutando de un día soleado y un buen helado, ¿Por qué no?
Además del gran puerto pesquero, tiene calas de agua cristalina, casas de pescadores con fachadas de colores al puro estilo Notting Hill y su lugar más característico; el faro en lo alto de un acantilado.
Si finalmente optas por visitar Portocolom, te recomendamos conocer su casco antiguo, no te llevará mucho tiempo, pero seguro que no te dejará indiferente. En él se encuentran la plaza de Sant Jaume conocida como Es Riuetó y la Iglesia de la Madre de Dios del Carmen.
Además, si eres un amante de la fotografía, el Carrer de la Mar es la calle más fotografiada del pueblo gracias a su imagen más característica; casas de colores distribuidas a un lado de la calle y el mar con las embarcaciones enfrente. Por tanto, pasear por esta calle es de obligado cumplimiento.
En Portocolom, además de playas preciosas con banderas azules como Cala Marsal, encontrarás infinidad de oferta gastronómica muy cerquita de la playa. En el puerto encontrarás muchos restaurantes que seguro que se adaptan a la perfección a tu paladar.
Para acabar el día en Portocolom, te recomendamos subir al Puig de Sant Salvador (accesible también a pie) a maravillarte de una de las mejores puestas de sol para contemplar la magia del atardecer.
Día 3: Capdepera
Capdepera es una de las zonas menos exploradas de la isla, ¡incluso por los mallorquines! Y la verdad que es difícil de encontrar el motivo, sin embargo, si la visitas te darás cuenta de la gran historia que atesora este precioso pueblo balear.
Paisajes naturales, mercados medievales, iglesias, playas de arena blanca, monumentos históricos… Todo ello hace que Capdepera merezca la dedicación de un día de tus vacaciones.
Entre sus playas cabe destacar Cala Mesquida, una de las más bonitas de Mallorca y que, en ciertos días soleados, podrás observar Menorca a lo lejos.
Otro de los puntos turísticos de interés es el Castillo de Capdepera el cual servía de defensa en el siglo XIV ante ataques piratas desde el mar. Aunque la entrada no es gratuita, el importe no es significativo pues apenas cuesta 2 euros.
Por otro lado, el Mercat Medieval es otra de esas paradas más que obligatorias. Cuando estés ahí entenderás porqué. Es un mercado señorial, muy antiguo, con gran tradición y con una gran variedad de puestecitos.
Además de la infinidad de oferta cultural, la gran oferta gastronómica no pasa desapercibida. Infinidad de cafeterías, bares y restaurantes de comida tradicional local en todo el pueblo.
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